AE Selección Jamón Ibérico Bellota Pieza 8-9 kg. (Guijuelo, Salamanca)

Este jamón ibérico de bellota es nuestra joya dentro de los ibéricos, es el de mayor calidad, el animal en los últimos meses de vida se alimenta exclusivamente de bellotas, hierbas y otros recursos naturales de la dehesa criándose en libertad

Sin dehesa no hay jamón ibérico, esto es lo que aporta valor a la zona de Guijuelo, cuna del ibérico y una de las cuatro D.O. que existen en España

Trabajamos con una familia ganadera de la zona que lleva más de 40 años elaborando una a una de forma artesana cada pieza haciendo del jamón ibérico un emblema de la gastronomía española                  

Cerrada en bolsa de tela y caja negra con asa

Ideal para regalo

359,00 €
  • Sugerencia de Conservación: en lugar fresco y seco
  • Peso Neto: 8-9 kg.
  • Curación mínima: de 24 a 36 meses
  • Jamón de bellota ibérico 50% raza ibérica procedente de cerdos ibéricos, alimentados con bellotas, hierba y pastos naturales y criados en libertad

Proceso artesano del jamón ibérico


El proceso artesano de salazón de jamones y paletas se realiza mayormente a mano cuidando las piezas una a una para controlar su calidad, enterrando las piezas en sal aproximadamente un día por kilogramo de peso. Aquí cada maestro jamonero aplica toda su sabiduría pues cualquier variación conllevará después un paladar más dulce o más sabroso

Posteriormente pasan a secaderos durante un periodo entre 90 y 120 días donde, bajo temperaturas y humedad controladas, van perdiendo el agua sobrante y la sal va llegando al corazón de los mismos. Comienza el lento proceso de curacíón

Finalmente, las piezas son colgadas en secaderos naturales donde el microclima de la zona de Guijuelo y aledaños, sus inviernos fríos y secos y sus veranos calurosos y cortos, ayudan al jamón y la paleta a andar su camino en un proceso no inferior a los 24 y 18 meses, respectivamente

Una vez culminado el proceso las piezas se conservan en bodegas, listas para iniciar el camino que las lleven a su destino final: el paladar de los más exigentes